lunes, 8 de septiembre de 2008

Un Jardín En Mi Terraza

Bueno, pues por lo que se ve ya estoy de vuelta de las vacaciones. Y digo “por lo que se ve” porque llevo algo así como una semana de resaca vacacional y hasta que no he notado mi cabeza bullir con ideas creativas y reciclosas no me he sentido plenamente “de vuelta”. Aquí estoy pues, dispuesta a compartir con quien quiera las manualidades que se me ocurren, las que me salen bien y las que me salen regular, que una no es perfecta oiga usté, pero voluntariosa como pocas, eso sí.


Nada más llegar del viaje de las vacaciones me encontré con la frustración de que la terraza de casa estaba terriblemente sucia y llena de polvo, después de haber pasado diez días desatendida. Entre otras cosas, la mesa que tenemos allí estaba que daba pena verla, mugrienta y gris, y el hule que tenía encima mejor no hablar. Así que me puse manos a la obra y hice una manualidad de lo más fácil: ponerle una nueva cara a una mesa bastante fea.


Aquí veis la mesa, ya bastante maleada de estar a la intemperie día y noche, pero me costaba deshacerme de ella si podía tunearla y darle una nueva oportunidad. A cambio de 8 euros compré un forro plástico adhesivo en una tienda de bricolaje con un diseño que me gustó. Como en Cartagena tenemos muy poquita hierba, pues me decidí a vestir mi mesa de terraza como un frondoso jardín.

El proceso es muy sencillo:

1. debemos medir los cortes que vamos a hacer en el forro para poder cubrir toda la mesa con el menor número de rollos posibles. Tuve suerte y en mi caso fue suficiente con un rollo cortado en tres tramos.
2. limpiamos bien la superficie
3. pues ya sólo nos toca colocar el papel encima con cuidado de no torcernos. Si por lo que sea nos torcemos un poco, rápidamente despegamos y volvemos a recolocar. Debemos ir pegando con una mano y con la otra frotando el trozo que ya esté pegado para eliminar las posibles burbujas de aire que queden. Si podéis contar con la ayuda de otra persona, mucho mejor, pero no es indispensable.
4. procuramos que las esquinas nos queden bien colocadas y los cortes cuidados.
5. como precaución, y ya que mi mesa seguirá estando expuesta a las inclemencias del tiempo, le quiero comprar unos forros transparentes comunes para proteger el decorado de hierba, pero esto será cuando tenga tiempo de meterme en una tienda de los chinos jejeje. De momento sigue tal cual.


Esta mesa, mientras dure el buen tiempo y el solecito otoñal, será mi mesa de trabajos manuales y estoy muy contenta con ella. Me da mucho orgullo haber resucitado una mesa que era pasto del vertedero y haberla convertido en un refrescante lugar de trabajo.

2 comentarios:

sonarwen dijo...

ALA!!!!!!!!!!! te ha quedado ideal!!!!!!!!! y ya no hay que ponerle hule ni nada... eso una balletita de vez en cuando y danzandooooooooooooooooooooooooo........... eso lo tengo yo que hacer para la del camping, que también cuando voy no quieras saber como me la encuentro...y eso que está dentro del avance... ups!!!

Chary Serrano dijo...

Te ha quedado estupenda, da gusto cuando uno aprovecha las cosas que parece que ya no sirven,.

¿ insaciable ?