Siguiendo con el post anterior, si por un casual os siguiera pareciendo que no os convence del todo la camiseta como para salir a la calle con ella, aún podemos rescatarla de la basura y hacer algo interesante con ella.
Éste fue mi caso, y me puse a pensar aprovechando unos días de soledad y me acordé de un blog que vi hace tiempo en el que habían encontrado una solución parecida: utilizarla como funda de un cojín.
Para hacer el cojín utilicé otra camiseta vieja. Le di la vuelta y sellé todas las aberturas cosiéndolas con hilo. La costura no es uno de mis entretenimientos favoritos y no se me da demasiado bien, pero en este caso la perfección no es necesaria ni mucho menos, y por eso me aventuré en el mundo de la aguja e hilo.
Una vez que tenemos sólo un hueco abierto, le damos la vuelta a la camiseta y la rellenamos con virutas de gomaespuma. Yo tenía una bolsa llena de cuando compré para hacer el cojín con la bufanda, así que no tuve que comprar.
Hay que apretar bien la gomaespuma para que luego se nos quede el cojín bien mullidito.
Cuando lo tengamos listo para cerrar, cosemos la última abertura y ya tenemos listo el cojín.
Sólo falta colocarle la funda-camiseta y ya podemos echarnos todas las siestas que nos apetezca. Además, en días de soledad da gustito abrazarse a él.....
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