Con un poco de imaginación, sin embargo, siempre podemos hacer algo; aparte por supuesto de usarla como florero jeje.
Aquí tenéis lo que yo hice hace un par de días. Los materiales que utilicé fueron:
- botella de solán de cabras de cristal
- un dosificador de un bote de jabón acabado
- un tapón de una botella de leche carrefour (es el que mejor encaja, no por otra cosa jeje)
- gomitas pequeñas de colores que compré en los chinos
- un punzón
La manera es muy sencilla.
Lavamos muy bien tanto la botella como el dosificador para eliminar restos de jabón. Para quitar completamente la etiqueta que había pegada en el cuello de la botella, la herví durante unos minutos hasta que se desprendió por si sola sin apenas dejar marca.
Buscamos un tapón de plástico que encaje lo mejor posible sin bailar. El que yo encontré (entre mi enorme colección de cosas para reciclar) fue uno de leche de marca carrefour. Tapamos la botella con él y le hacemos en el medio un agujero con el punzón para introducir el dosificador. Es mejor procurar hacer el agujero lo más pequeño posible y que lo fuerce el propio dosificador para que quede bien sujeto.
Por último, y para darle un aire más colorido a la vez que disimulamos un poco la naturaleza y los agujeros del tapón de plástico, añadimos las gomitas de colores a nuestro gusto.
Yo uso la botella para poner el lavavajillas y que quede mucho más bonito sobre la encimera que el bote de fairy.
¿Qué os parece?