martes, 30 de septiembre de 2008

Un Portanotas De Folletos de Publicidad

Bienvenidos de nuevo por aquí, me alegra mucho recibir vuestras visitas y ver que poco a poco alguien se va animando a hacer las manualidades que encuentran por aquí.

Hoy voy a presentaros el portanotas que me hice para la oficina. Como siempre andaba mi mesa con papelitos locos sueltos por ahí y dando un aspecto descuidado a mi sitio, pues me harté y me puse a pensar alguna manera original, ecológica y a ser posible reutilizar algo de lo que tuviese a mi alrededor.


Y así fue como mis ojos fueron a parar a unos folletos de publicidad que había por ahí perdidos y me puse a darles vueltas. Creo que lo mejor es poner las fotos y dejar que ellas mismas hablen por si solas.


Doblamos cada tríptico de la manera que se ve en la foto.


y los cosemos con grapas. Hacemos diez rulitos como éste.
Grapamos entre si y en ángulo de 180º dos rulitos y con cinta adhesiva pegamos un tríptico entero por la parte trasera que hará de base del portanotas.



Con el resto de rulitos vamos emparejándolos con cinta adhesiva, primero de dos en dos, luego dos parejas de dos, y finalmente dos grupos de cuatro.



Una vez tenemos los ocho rulos bien unidos entre si, los unimos también con cinta adhesiva a la base. Añadimos más cinta adhesiva para unir los "pétalos" de la flor entre si y nos quedará una bonita forma.



¿Qué os parece? Incluso con un poco de suerte podéis hacerlo en la misma oficina en un ratito que tengáis de relax jejejee.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Bolsa Isotérmica Reciclada

Este proyecto que os presento hoy lo estuve realizando en la semana en que España ganó la Eurocopa, por esos días lejanos de antes del verano. Me acuerdo perfectamente porque, para aliviar los nervios que tenía en la final frente Alemania, me entretuve en colocar las pegatinas de la bolsa con Arturo, el hijo de unos amigos que vinieron a ver el partido a casa.



Para ser sinceros, la bolsa no me ha quedado muy elegante, más bien es “almodovareña” o, como dice mi amorcito, ideal para Paco Clavel cuando baja por el pan, pero el caso es que funciona y, total, para ir de casa al coche y del coche a la oficina y viceversa pues no me importa que sea un poco hortera, es más, hasta me da orgullo, esa especie de orgullo hortera cuando se trata de algo que has hecho tú misma.

Cuando empecé la dieta me propuse llevarme al trabajo todo lo que necesitaba comer al cabo del día, para no caer en la tentación de comer bollitos y cosas malas. Pero necesitaba para eso una bolsa isotérmica grande donde me cupiese todo. Las neveras portátiles eran demasiado aparatosas y caras, y tampoco necesitaba una cosa demasiado profesional porque como el trayecto desde la nevera de casa a la nevera de la oficina es sólo media hora, la comida no se echa a perder. Y, con lo culo inquieto que me he vuelto para las manualidades últimamente, pues enseguida mi cabeza se puso a inventar……

Aquí os dejo el paso a paso de lo que hice jajajaja, no os riáis mucho ¿vale? Alguien puede adaptar alguna idea para hacer otra cosa más elegante ¿no?

Los materiales que utilicé son los siguientes, todos de reciclaje, por supuesto:

- 2 garrafas de agua mineral de 8 litros (vacías)
- 2 rollos de cinta adhesiva de aluminio
- 1 quitasol de coche viejo
- pegatinas decorativas con motivos de cocina
- cordones de plástico de colores
- 1 cutter
- 1 punzón

Tanto la cinta adhesiva como las pegatinas y los cordones de plástico los encontré en una tienda de todo a cien muy baratos.

Empecé cortando con el cutter la parte superior de las garrafas y uniéndolas entre si con cinta adhesiva. Queda como una especia de cápsula muy curiosa.


Luego, con mucho cuidado recortamos la parte superior por tres lados y doblamos el cuarto lado hacia atrás para darle flexibilidad a la tapa. Protegemos los cortes con cinta.



Ahora viene la parte más trabajosa, que consiste en forrar con el quitasol toda la bolsa-cápsula. Podemos usar pegamento para afianzar más la unión, pero yo utilicé sólo la cinta adhesiva. Eso sí, no escatimé en usarla tanto como era necesario. Los mensajes de publicidad que tenía el quitasol los cubrí con más cinta de aluminio.




Es importante cubrir toda la bolsa tanto por fuera como el interior de la misma para que los “poderes isotérmicos” sean lo mejores posibles.

A partir de aquí, por alguna razón que desconozco, posiblemente por la emoción del fútbol jeje, dejé de hacer fotos. Lo siento. Pero es fácil imaginar cómo se pasa de un estado a otro.

Estas fotos las hice el otro día (después de haber tuneado la mesa de la terraza). Como veis le añadí una cinta para llevarla al hombro, aunque me ha quedado un poco corta, y la terminé de decorar con cientos de pegatinas.

Para coser el asa al cuerpo de la bolsa-cápsula utilicé los cordones de plástico y un punzón para hacer los agujeros por donde pasarlos.

Usé la misma técnica para fabricar un broche para cerrarla.


Perdonad la calidad de las fotos, pero como es un material reflectante no salen bien, o mejor dicho, yo no sé hacerlas mejor….




Paco dice que más que una bolsa parece un satélite espacial para mandar a Laika a la Luna….. pobrecita Laika, yo no la mandaría nunca tan lejos, jo…..

Pues ahí es donde todos los días meto mi comida para la oficina y tan chula que voy mirusté :-)

lunes, 8 de septiembre de 2008

Un Jardín En Mi Terraza

Bueno, pues por lo que se ve ya estoy de vuelta de las vacaciones. Y digo “por lo que se ve” porque llevo algo así como una semana de resaca vacacional y hasta que no he notado mi cabeza bullir con ideas creativas y reciclosas no me he sentido plenamente “de vuelta”. Aquí estoy pues, dispuesta a compartir con quien quiera las manualidades que se me ocurren, las que me salen bien y las que me salen regular, que una no es perfecta oiga usté, pero voluntariosa como pocas, eso sí.


Nada más llegar del viaje de las vacaciones me encontré con la frustración de que la terraza de casa estaba terriblemente sucia y llena de polvo, después de haber pasado diez días desatendida. Entre otras cosas, la mesa que tenemos allí estaba que daba pena verla, mugrienta y gris, y el hule que tenía encima mejor no hablar. Así que me puse manos a la obra y hice una manualidad de lo más fácil: ponerle una nueva cara a una mesa bastante fea.


Aquí veis la mesa, ya bastante maleada de estar a la intemperie día y noche, pero me costaba deshacerme de ella si podía tunearla y darle una nueva oportunidad. A cambio de 8 euros compré un forro plástico adhesivo en una tienda de bricolaje con un diseño que me gustó. Como en Cartagena tenemos muy poquita hierba, pues me decidí a vestir mi mesa de terraza como un frondoso jardín.

El proceso es muy sencillo:

1. debemos medir los cortes que vamos a hacer en el forro para poder cubrir toda la mesa con el menor número de rollos posibles. Tuve suerte y en mi caso fue suficiente con un rollo cortado en tres tramos.
2. limpiamos bien la superficie
3. pues ya sólo nos toca colocar el papel encima con cuidado de no torcernos. Si por lo que sea nos torcemos un poco, rápidamente despegamos y volvemos a recolocar. Debemos ir pegando con una mano y con la otra frotando el trozo que ya esté pegado para eliminar las posibles burbujas de aire que queden. Si podéis contar con la ayuda de otra persona, mucho mejor, pero no es indispensable.
4. procuramos que las esquinas nos queden bien colocadas y los cortes cuidados.
5. como precaución, y ya que mi mesa seguirá estando expuesta a las inclemencias del tiempo, le quiero comprar unos forros transparentes comunes para proteger el decorado de hierba, pero esto será cuando tenga tiempo de meterme en una tienda de los chinos jejeje. De momento sigue tal cual.


Esta mesa, mientras dure el buen tiempo y el solecito otoñal, será mi mesa de trabajos manuales y estoy muy contenta con ella. Me da mucho orgullo haber resucitado una mesa que era pasto del vertedero y haberla convertido en un refrescante lugar de trabajo.
¿ insaciable ?